Bomberos combaten el incendio y policías auxilian a víctimas tras la explosión en el Puente de la Concordia, Iztapalapa (Foto: Composición RS/Difusión)
La explosión ocurrida en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, dejó varios heridos y una escena de emergencia en la zona. Una abuela de 63 años, que protegió a su nieta de dos años, permanece en estado crítico en el centro de quemados donde es atendida.
La explosión registrada en el Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, dejó imágenes de horror y destrucción, pero también actos de valentía que hoy conmueven al país. Uno de ellos es el de Alicia Matías Teodoro, de 49 años, quien se interpuso entre las llamas y su nieta de dos años, Azuleth, para protegerla del fuego. Aunque ambas sobrevivieron, Alicia se encuentra hospitalizada en estado crítico, con quemaduras que alcanzan casi todo su cuerpo y con pérdida de memoria tras el impacto de la explosión.
El accidente ocurrió la tarde del 10 de septiembre, cuando una pipa cargada con 50 mil litros de gas estalló sobre la calzada Ignacio Zaragoza. El estruendo alcanzó a peatones, automovilistas y comerciantes, que quedaron atrapados en medio de las llamas y la onda expansiva. El fuego consumió varios vehículos y envolvió la zona en cuestión de segundos,dejando a 90 personas heridas y 4 personas fallecidas, cifra confirmada por la jefa de gobierno Clara Brugada a las 22:30 horas del miércoles.
Alicia, quien trabajaba como encargada de entradas y salidas en la base de camiones de Santa Martha y en ocasiones vendía dulces en el paradero, se encontraba ese día en la zona acompañada de su nieta. Su hija Rosa aseguró que “no le tocaba estar ahí”, pero el destino la cruzó con la tragedia. En medio del caos, la reacción de Alicia fue instintiva, se lanzó sobre la pequeña para cubrirla con su cuerpo, recibiendo ella el mayor impacto de las llamas y la onda de calor. Testigos señalaron que, aún con la ropa y el cabello carbonizados, Alicia seguía sosteniendo a su nieta mientras intentaba ponerse de pie o avanzar.
Ambas fueron trasladadas de inmediato al Hospital General de Zona 53 del IMSS en el Estado de México, pero dada la gravedad de las lesiones, los médicos ordenaron su traslado al Hospital Magdalena de las Salinas, especializado en pacientes con quemaduras. En ese lugar permanecen bajo estricta vigilancia médica. El parte médico de Alicia es alarmante, presenta quemaduras de tercer grado en aproximadamente el 98 por ciento de su cuerpo, se encuentra en estado crítico y bajo sedación en terapia intensiva. Además de las lesiones físicas, los doctores informaron que sufre pérdida de memoria y desorientación, probablemente consecuencia del trauma y del shock. Su pronóstico es reservado y su condición sigue siendo extremadamente delicada.
La pequeña Azuleth también sufrió quemaduras de consideración, que abarcan alrededor del 60 por ciento de su cuerpo, principalmente en brazos, piernas y rostro. Aunque su estado es grave, los médicos la reportan estable gracias a la atención inmediata que recibió. La niña permanece sedada para facilitar los tratamientos y evitarle dolor, y los especialistas advierten que requerirá cuidados prolongados y múltiples intervenciones.
La explosión movilizó a bomberos, policías, elementos de la Guardia Nacional y personal de salud, que trabajaron en coordinación para evacuar a los heridos y controlar el incendio. El tránsito en la zona quedó cerrado varias horas, mientras los equipos de emergencia sofocaban el fuego y retiraban escombros y vehículos dañados. La magnitud del fuego dejó escenas de pánico y también de solidaridad. Vecinos y comerciantes ofrecieron ayuda a las víctimas y a sus familias, mientras los hospitales recibían a decenas de heridos.
La familia de Alicia, especialmente su hija Rosa, ha pedido a los médicos que no escatimen esfuerzos para salvarla. “Hagan todo lo posible por mi mamá”, dijo conmovida. En redes sociales y en medios de comunicación, la historia de esta mujer se ha difundido como ejemplo de valentía y amor incondicional. El gesto de Alicia, que antepuso la vida de su nieta a la suya propia, se ha convertido en símbolo de esperanza en medio de la tragedia.
El futuro de Alicia es incierto. Los especialistas señalan que, con un porcentaje tan alto de quemaduras, el riesgo de complicaciones como infecciones y fallas orgánicas es muy elevado. El tratamiento requerirá semanas en terapia intensiva, posibles injertos de piel y una rehabilitación larga y dolorosa, siempre y cuando logre superar la fase crítica. Aun así, su familia mantiene la esperanza de que pueda recuperarse y volver a abrazar a la nieta que intentó proteger con todas sus fuerzas.
RADIO SENTIMIENTO
Redactado por: Adriana Cordova Castro