Caos en las vías de Machu Picchu: la suspensión de trenes deja a cientos de turistas varados que reclaman por la demora

[Turistas siguen esperando la rehabilitación del servicio de trenes para continuar con sus itinerarios. Foto: Andina]

 

La suspensión del servicio de trenes deja a cientos de turistas varados en Aguas Calientes, generando un clima de frustración en uno de los destinos más icónicos de Perú. 

Cientos de turistas se encuentran varados en el distrito de Machu Picchu Pueblo –también conocido como Aguas Calientes– debido a la suspensión de los trenes de las empresas PeruRail e Inca Rail, las dos únicas que operan la ruta. La interrupción, que se extendió por más de 12 horas, se originó a raíz de un deslizamiento de tierra que afectó por más de 12 horas, se originó a raíz de un deslizamiento de tierra que afectó un tramo de la vía férrea a la altura del kilómetro 53, cerca de la estación de Hidroeléctrica. 

Este evento natural, provocado por las intensas lluvias en la región de Cusco, ha convertido la salida de los visitantes en una verdadera odisea, desorganizando itinerarios y generando reclamos generalizados. La situación se ha vuelto crítica, ya que los turistas se ven obligados a buscar alternativas de transporte, muchas de ellas inseguras y costosas, para poder regresar a la ciudad de Cusco o a sus lugares de origen. 

El incidente ocurrió en la madrugada, cuando un tramo de la vía quedó inhabilitado, impidiendo el paso de los trenes en ambos sentidos, tanto los que van hacia Ollantaytambo como los que regresan de la ciudad. El impacto fue inmediato: las primeras salidas programadas para la mañana del martes se cancelaron, dejando a la deriva cientos de personas, incluyendo familias con niños pequeños y adultos mayores, que esperaban en la estación. Muchos de ellos, con vuelos internacionales programados o conexiones a otros destinos turísticos del Perú, vieron sus planes completamente desbaratados. 

La respuesta de las empresas ferroviarias, aunque tardía para muchos, fue la emisión de comunicados a través de sus canales oficiales y la activación de protocolos de contingencia. PeruRail e Inca Rail informaron a los pasajeros sobre la suspensión temporal del servicio y la evaluación de los daños. La situación generó un caos en los alrededores de la estación de trenes de Aguas Calientes. 

“Somos rehenes en este lugar”, exclamó una turista extranjera visiblemente frustrada, reflejando el sentir de muchos que se sintieron abandonados. El costo de la incertidumbre se elevó con el paso de las horas; los negocios locales empezaron a verse desbordados por la permanencia forzada de los visitantes. 

Ante la falta de una fecha precisa para el restablecimiento del servicio, las autoridades locales buscaron soluciones alternativas. Se habilitó un servicio de transbordo por carretera para aquellos que pudieran caminar una parte del trayecto o que optaran por vías alternas, exponiéndose a senderos complicados y un viaje de varias horas. Los más audaces se lanzaron a contratar vehículos informales, a pesar de los altos costos y la inseguridad que ello representa, en un intento desesperado por no perder sus vuelos. La situación puso en evidencia la vulnerabilidad de la conexión en una zona que depende casi exclusivamente del tren: la vía férrea es el único medio de transporte masivo que conecta Machu Picchu con el resto del mundo. 

La falta de información clara y oportuna fue uno de los principales reclamos, lo que aumentó la sensación de desamparo y desorganización entre los viajeros, muchos de los cuales desconocían las causas exactas del problema. La situación ha dejado una mala impresión en la experiencia de miles de turistas y resalta la fragilidad de la infraestructura turística en una de las maravillas del mundo. 


RADIO SENTIMIENTO
Redactado por María Gracia Mircin

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