El distrito de Carabayllo, en Lima, fue escenario de un violento atentado que generó pánico entre los vecinos de la zona El Progreso. En la madrugada del martes, alrededor de la 1:00 a.m., se produjeron una serie de explosiones que alteraron la tranquilidad de los moradores. Según los reportes, en apenas quince minutos se detonaron hasta cuatro artefactos explosivos en diferentes puntos cercanos, lo que provocó alarma y temor entre la población.
Los testigos narraron que las explosiones ocurrieron con intervalos de aproximadamente cinco minutos, lo que hizo pensar a los vecinos que se trataba de un ataque planificado y no de un hecho aislado. Uno de ellos relató que al escuchar la primera detonación no le dio mayor importancia, pero tras la segunda y la tercera, comprendió que la situación era grave. La cuarta explosión fue descrita como la más fuerte, causando un impacto generalizado en la zona.
El atentado estaba dirigido principalmente contra los comerciantes informales que trabajan en la vía auxiliar del kilómetro 19.5 de la avenida Túpac Amaru, frente al mercado La Cumbre. La onda expansiva dejó cuantiosos daños materiales en puestos de frutas, incluyendo jabas destruidas, balanzas inutilizadas y muros de concreto afectados. Este hecho no solo perjudicó económicamente a los vendedores, sino que también dejó en evidencia la vulnerabilidad de quienes laboran en el comercio ambulatorio.
Según testimonios de los propios comerciantes, muchos de ellos pagan una cuota diaria de hasta 7 soles por “seguridad” a supuestos grupos que ofrecen protección. La información fue confirmada por varios de los negociantes de la zona, quienes señalaron que este tipo de cobros son comunes en Carabayllo y forman parte de un sistema de extorsión ya normalizado. Para los afectados, las explosiones serían una represalia relacionada con este cobro de cupos.
Lo que más llamó la atención de los vecinos fue que el ataque ocurrió a tan solo cinco cuadras de la comisaría El Progreso, lo que refuerza la percepción de que los delincuentes actúan sin temor a la autoridad. Los comerciantes se mostraron atemorizados ante posibles represalias y aseguraron que la situación refleja la falta de control en el distrito.
En cuanto a las investigaciones, la policía maneja como principal hipótesis que se trata de un caso de extorsión mediante el cobro de cupos, aunque no descartan que los responsables estén vinculados a mafias de préstamos informales conocidos como “gota a gota”. La Depincri 1 de Carabayllo asumió las pesquisas con el objetivo de identificar a los autores del atentado y frenar futuros ataques.
Un parte del serenazgo del distrito confirmó que la primera detonación ocurrió en inmediaciones del centro comercial La Fortaleza, en el jirón 3 de Octubre, alrededor de la 1:30 a.m. La segunda explosión se registró a las 1:35 a.m. cerca de las tiendas EFE y Pollo Loco. La tercera sucedió cinco minutos después en el jirón Miguel Grau, y finalmente, la cuarta se produjo a las 2:05 a.m. en la zona de Los Claveles. Tras los estallidos, los presuntos extorsionadores huyeron a bordo de motocicletas lineales, perdiéndose en dirección desconocida.
El ataque ha generado gran preocupación en Carabayllo, pues evidencia el avance del crimen organizado en zonas vulnerables, donde comerciantes informales se ven obligados a pagar por “seguridad” bajo amenazas, y donde incluso la cercanía de una comisaría no garantiza tranquilidad.
RADIO SENTIMIENTO
Redactado por Bethzabel Chavez

