La previa del decisivo partido de semifinales de la Copa Sudamericana 2025 entre Alianza Lima y Universidad de Chile quedó marcada por un nuevo episodio de violencia protagonizado por los hinchas del club chileno en La Serena. La noche del 24 de septiembre, cerca de 1.200 simpatizantes se concentraron frente al Hotel Diego de Almagro, donde se hospedaba el plantel azul, con la intención de alentar al equipo. Sin embargo, el banderazo se transformó en un incidente de gran magnitud cuando la pirotecnia utilizada por los aficionados provocó un incendio en los alrededores del establecimiento.
De acuerdo con medios chilenos, las llamas alcanzaron hasta cinco metros de altura, lo que obligó a la rápida intervención de los bomberos locales. Paralelamente, el Control de Orden Público (COP) de Carabineros dispersó a la multitud utilizando carros lanzagua, logrando controlar la situación sin que se registraran víctimas o daños materiales al hotel. Las autoridades confirmaron la detención de cinco personas, quienes ahora enfrentan cargos en tribunales locales.
El seremi de Seguridad Pública de Coquimbo, Adio González, calificó los hechos como “condenables y lamentables”, subrayando que la tranquilidad del plantel debía ser respetada en la preparación de un partido de esta envergadura. Explicó que aproximadamente 30 efectivos policiales intervinieron cuando los desmanes comenzaron a escalar, con enfrentamientos y altercados entre hinchas y fuerzas de seguridad.
Este nuevo episodio generó alarma en el fútbol sudamericano, especialmente porque Universidad de Chile ya arrastraba antecedentes disciplinarios. Días atrás, la Conmebol sancionó al club chileno junto con Independiente de Avellaneda tras los graves disturbios ocurridos en Buenos Aires durante un partido en el estadio Libertadores de América. Aquellos incidentes incluyeron enfrentamientos directos entre hinchadas, lo que derivó en la descalificación de Independiente de la Sudamericana 2025 y una sanción a la U de Chile que le impide jugar siete partidos con público. Esta medida aún se encuentra vigente, pero no ha sido suficiente para frenar las conductas violentas.
La situación escaló a nivel internacional debido al reclamo oficial presentado por Alianza Lima ante Conmebol. La directiva blanquiazul denunció no solo el incendio provocado en La Serena, sino también los actos hostiles y xenófobos que su delegación habría sufrido desde su llegada a Chile. Entre los hechos reportados se incluyen insultos y amenazas a jugadores, especialmente al mediocampista Fernando Gaibor, así como pancartas con mensajes violentos en las inmediaciones del hotel de concentración.
El área legal de Alianza expresó su preocupación por la falta de garantías de seguridad y cuestionó incluso el comportamiento de parte del área de prensa de Universidad de Chile. El club peruano adjuntó pruebas audiovisuales para respaldar su denuncia y solicitó a Conmebol medidas concretas para proteger la integridad de sus futbolistas y comando técnico.
La seguidilla de incidentes en los que se han visto involucrados los simpatizantes de la U de Chile en competiciones internacionales refuerza la percepción de que el club enfrenta un problema estructural de control de barras bravas. Ante ello, organismos de seguridad y Conmebol analizan endurecer aún más las sanciones disciplinarias, con el objetivo de garantizar la seguridad en los torneos continentales y evitar que hechos similares empañen la organización de futuros encuentros.
RADIO SENTIMIENTO
Redactado por Bethzabel Chavez

