[Alcaldesa de la Ciudad de México, Clara Brugada, se pronuncia por la explosión. FOTO: AFP/EFE/Madla Hartz/Composición RS]
Las llamas tras la explosión en Iztapalapa alcanzaron hasta 30 metros de altura y destruyeron más de 18 vehículos, según reportes preliminares de autoridades locales.
La explosión de un camión cisterna en el distrito de Iztapalapa, al oriente de Ciudad de México, dejó un saldo cada vez más trágico. Este sábado, la alcaldía confirmó que tres heridos graves fallecieron en hospitales locales, lo que eleva a 13 el número total de víctimas mortales.
El siniestro ocurrió el miércoles pasado cuando la unidad, que transportaba cerca de 50,000 litros de gas, estalló en una zona densamente poblada. La onda expansiva provocó destrozos en viviendas y comercios, mientras los vecinos intentaban huir del fuego y los rescatistas trabajaban contrarreloj para auxiliar a los lesionados.
De acuerdo con el balance oficial más reciente, 40 personas continúan hospitalizadas en distintos centros de salud. La magnitud de la emergencia ha puesto en evidencia los riesgos del transporte de materiales peligrosos en plena capital mexicana y ha reabierto el debate sobre su regulación.
Nuevas regulaciones
La fiscalía local informó que, según las primeras indagaciones, el camión circulaba a exceso de velocidad y habría chocado contra un objeto que perforó la cisterna. Las autoridades realizan peritajes técnicos para confirmar esta hipótesis y deslindar responsabilidades.
La alcaldesa Brugada anunció que se buscará implementar una normativa más estricta para el tránsito de camiones cisterna en la capital. La meta es reducir riesgos en una ciudad con más de 9,2 millones de habitantes, donde la densidad vehicular multiplica las probabilidades de accidentes graves.
El siniestro de Iztapalapa no solo dejó un saldo de 13 fallecidos y 40 hospitalizados, sino también una alerta sobre la necesidad de replantear la seguridad en el transporte de combustibles.
Falleció la “abuelita heroína”
Entre los fallecidos se encuentra Alicia Macías, de 49 años, cuyo gesto ha sido reconocido como un símbolo de valentía. En el momento de la explosión, cubrió con su cuerpo a su nieta de dos años para protegerla. Pese a haber sufrido quemaduras en el 90 % de su cuerpo, logró cargar a la niña y caminar en busca de ayuda.
Ambas fueron auxiliadas por un policía que las trasladó a un hospital cercano. La menor permanece bajo atención médica, mientras que la mujer no resistió la gravedad de sus heridas. Su historia generó mensajes de condolencia en redes sociales y fue resaltada por la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, quien afirmó que “su acto de amor ha dejado una huella profunda”.
El caso de la llamada “abuelita heroína” se convirtió en uno de los relatos más conmovedores tras la tragedia. Para muchos, su sacrificio refleja la dimensión humana de un accidente que impactó a toda la ciudad.
RADIO SENTIMIENTO
Redactado por Nicole Damas

